domingo, 28 de mayo de 2017

Falsas Conciencias


Alienante la condición de ínfimas hojas de árbol arrastradas al sur sin norte.

            ¿Para qué seguís ese vuelo?

¿Acaso tu voluntad imperfecta ya va alquilando trajes de moda?

¡Descuidaste la fecha de tu propio vencimiento!, sin embargo, la producción se ha lucido con tu nuevo semblante... ¿Te quedás para el próximo acto? ¡No te dolerá! Esa ya no es tu piel. ¡Tampoco te ilusionés! El despojo solamente gozará con el peso de los que siguen vivos.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Sobre la alienación hay muchas definiciones dependiendo del contexto de uso. La idea común a los conceptos de alienación hace referencia a algo ajeno a la persona y propio de otro, algo así como un <<yo>> que se extraña. Tipos de alienación se podría decir que hay para todos los gustos, puede ser económica, religiosa, política, hasta un desorden mental, entre muchas otras. La que se abordará ampliamente será la cultural, que a su vez puede ser consecuencia o parte de las demás.

Alienación cultural: "Es aquello que limita los medios de acceso, típico sería cuando la sociedad se ve invadida de los sistemas técnicos de comunicación de masas, donde los individuos aceptan el uso y la influencia de los distintos medios de comunicación, donde el individuo es consumidor o receptor y en ningún momento es emisor”. (Definición web)

Quizás podríamos resaltar la connotación cultural para apartarlo del uso materialista y fabril que le dio Marx en su época, pero, por el contrario, sus aplicaciones pueden tener mucha armonía. Para confirmarlo, solamente hace falta comparar la producción de una fábrica de un tipo de envases con la producción de un tipo de seres humanos, en ambos casos se pretende crear un producto conveniente para el sistema capitalista de producción y consumo. Y si se piensa que es algo descabellado, podemos valernos de la realidad para confirmar que si pasa y con una frecuencia exponencial.

Si decides jugar al observador de sociedad por un rato, puedes sospechar que, muchas acciones conscientes, las podríamos juzgar como parte de la alienación cultural. Veremos algunos elementos que la desmitifican.

 La era mediática , por ejemplo, se vale de todos sus artefactos (Tv, publicidad, internet, juegos virtuales, redes sociales, prensa, etc.) para cubrir temporal y ficticiamente los déficits emocionales con el ocio, en este sentido, los capitanes de la conciencia (capitalistas), junto con sus secuaces (instituciones políticas, religiosas, educativas), pueden aprovechar el poder sobre esas herramientas para crear un pensamiento indiferenciado, acrítico y conformista, que da paso a que los pocos tengan la capacidad de definir la realidad para los muchos. De esta manera los medios hacen efectivo su lavado de cerebro, consiguiendo que las personas se acojan al modelo de pensamiento conveniente para el sistema que los somete.

Si nos ponemos existencialistas, vemos que la vida es un proceso que transforma de tal manera al individuo, que muchos no terminan de reconocer lo que han llegado a convertirse. Si este hecho tan particular nos pone en un estado de trance, más alarmante sería para nosotros descubrir toda la distancia que hemos tomado de nuestro punto de origen. A pesar de comenzar por el hecho de que el colonialismo desalojó la cultura de nuestros ancestros, se hace todavía peor, que ahora nuestra generación simpatice con las culturas dominantes, al aceptar como "evolución" de la cultura la sofisticación del "Norte", actitud que se demuestra desde el uso de anglicismos y en la propia universidad, nótese que: "el fin de la universidad es formar intelectuales que hablen en español y piensen en inglés"(Juan José Hernández Arregui).

Así mismo, hacen parte de la cotidianidad: las modas, los grupos urbanos, movimientos artísticos, nuevas bandas musicales, "espíritus llenos de libertad” e incluso van apareciendo nuevos calificativos en la manera de vivir. De cierta manera, con estas manifestaciones de la cultura se pretende reemplazar o renovar el valor que se le da a otras más tradicionales (por ejemplo el folclore) sin embargo, por conseguir una superación de la cultura, se recae en el sacrificio de la misma, asistido por un colectivo abrumador.

A partir de definir y distinguir que el sistema, los medios y la cultura misma hacen parte de la alienación, surge el dilema de definir concretamente dónde está el problema de la persona enajenada, y es fácil condenar que esto se da por la facilidad con la cual cada individuo se incorpora al sistema unitario con objetivos superficiales como la aceptación y persiguiendo valores que le han vendido como la clave de su felicidad (consumo y dinero). Conforme a esto, es completamente normal suponer que muchas cosas nos quitan identidad... el maquillaje, los estándares de belleza, las idolatrías, el populismo. No obstante, debe existir algo que nos permita vivir el equilibrio entre los instintos humanos y la idoneidad.

Hegel desde su filosofía dialéctica, declara que el hombre tiene que dejar de ser uno con su comunidad y su cultura para identificar su propio ser, en este acto es víctima de una alienación. Para vencer esta primera alienación propone que el hombre ofrezca su identidad a la sustancia social. Reclama consecuentemente que "mientras la separación no se supere, y la unión no se consiga, el ser humano está desgarrado, extrañado de sí mismo"

En conclusión, se podría hacer el símil de que la alienación cultural es un acto de sometimiento al patrón, así como la admiración que pudo sentir algún condenado a muerte del pasado al observar los músculos del verdugo que iba a cortarle la cabeza. Frente a lo anterior se esperaría la desalienación, para la cual es esencial que los oprimidos lleven a cabo un combate que resuelva la contradicción en la que están apresados; la contradicción será resuelta por la aparición de un hombre nuevo, que se libera en virtud de reconocer su alienación y en su esfuerzo por reinventar su personalidad.

Para comprender esto, la literatura nos puede servir de modelo:

La obra de Ray Bradbury, Fahrenheit 451, es muestra de la cantidad de posibilidades alienantes de un mundo cuyo desarrollo tecnológico juega en contra del hombre mismo, beneficiando a algunos pocos afortunados y destruyendo poco a poco la memoria y la cultura de una gran mayoría, robotizándolos a tal punto en que el obrero se convierte en un engranaje de una gran máquina.



En contraste, la obra de Cervantes puede ser reflejo de la superación de la alienación. Don Quijote pasa por todo un proceso de alienación, se enfrasca, lee y sueña, se encierra, pero luego decide salir al mundo; éste lo verá loco, pero el personaje estará menos enajenado que cuando leía solo y peleaba dentro de su habitación. El salir al mundo es una manera de lograr en algún momento ser él mismo.



----------------------------------------------------------------------------------------------------------

"¡Qué ironía!, un cosmopolita con múltiples nacionalidades y sin una identidad"



 -Georgia Kaltsidou